Una mirada desde la montaña
Andorra · Invierno en familia

Aquel fin de semana en Andorra fue especial. Nevaba, y entre risas y resbalones, caminábamos como niños por barro y nieve. Las vistas eran preciosas, pero más aún lo que sentíamos. En uno de esos momentos, nos sentamos mi esposa y yo en un banco, en silencio, simplemente a mirar. Me sentí afortunado, y supe que ese momento se quedaría grabado, en mí y en ellos. Al día siguiente, Karol (mi hija) me envió esta foto que había tomado sin decirme… y desde entonces la guardo como uno de esos recuerdos que te abrazan sin hacer ruido.